Me voy habituando a esta casa

12.01.2013 22:17

Abrí los ojos, tras una noche entera durmiendo. Me despertó Juan Luis, que empezó a hablar con Ibon. Éste le explicaba qué hacía yo en su habitacicón. "No paraba de llorar, no me dejaba dormir, y la tuve que meter, ya que ni dormía yo ni dormía Urko".

Me sacaron al jardín, aunque seguía teniendo algo de miedo, y corrí inicialmente a esconderme debajo del coche, aunque me dijeron "Urko, no te metas debajo del coche que ya mismo crecerás y no vas a poder salir", me fui a la casita, y ahí me quedé hasta que empezaron a aparecer todos (Begoña e Ibón).

Primero me fui a mi casa ya que empezaba a dar el sol alli y entraban los rayos por la puerta, pero pensé que mejor estaría por el porche, y merodeando la cocina, allí estaban Ibón y Begoña mirándome. Ya tenía menos miedo y apenas me escondía, me gustaba que me acariciaran la cabecita, andar por el cesped oliéndolo todo.

Qué agustito estaba sentado en el porche, rodeado de plantas, mientras miraba a pajaros de distintos tamaños llegaban al jardin, buscando no se qué... pero se iban al momento.

Cada rato, alguien llegaba y empezaban a decirme que si era muy pequeño, que si iba a estar muy a gusto aqui... y me acariciaban mucho.

Poco a poco me sentía muy a gusto con estas nuevas personas que me habían acogido en esta casa, me habían puesto un cubo con agua limpia y otro con comida, un pienso muy rico, aunque Begoña me dio varios trocitos de una carne muy sabrosa.... ("mmmm, a ver si todos los días me da un poquito porque está de rechupete esa carne...").

De repente, se quedaron Begoña y Juan Luis conmigo en el porche pero entraron a casa y cerraron la puerta. Yo aproveché para tumbarme al solecito en el cesped y jugar un rato arrancando unos trozos de ese cesped, aunque cada dos por tres les veía mirarme por la ventana y decirme cosas.

Escuché bajar unas persianas, y durante un rato estuve solo, y algo triste, pero volvieron a aparecer al rato, y me hacían fotografías constantemente.

A última hora, ya de noche, no se por qué pero me dejaron entrar dentro de casa, decían que les daba pena y que tambien era normal que llorara porque era muy pequeño y estaba solo, que aún me acordaba de mis hermanos... pero sóllo estuve un rato, que aproveché para investigar un poco por las habitaciones de Juan Luis e Ibón... oliéndolo todo...

Cuando ya pensaba que dormiría sólo en el porche, salieron a por mi (debia tenerles ya hartos con mis llantos/aullidos) y me dejaron entrar para que pudiera dormir dentro, en compañía sobre todo... 

 

—————

Volver


Contacto

El Diario de URKO